Juancho BBQ tiene fama de tener una de las mejores hamburguesas de España, y así parecen atestiguarlo los premios ganados en los años 19-22. También ha recibido Soletes Repsol, y por si fuera poco a día de hoy tiene unos precios razonables. Todo ello buenas razones para animarnos a visitarlo. Allí fuimos y allí comprobamos que su hamburguesa es de lo mejor que se puede tomar en Madrid. La carne es tierna como la pomada, con un corte grueso que permite percibir su textura y un punto verdaderamente sabroso (por favor abstenerse los de “a mi muy hecha”) El panecillo es de lo mejor que he probado nunca, un auténtico brioche esponjoso y consistente. Las patatas fritas, finamente cortadas, con su piel incluida y bien escurridas de aceite. El precio ajustado para los tiempos que corren, pues su famosa bacon cheese burger se queda en 15 €. Por si fuera poco, nos ahorran el triste espectáculo de haberse añadido a la moda del smash burger… que tranquilidad. Y hasta aquí todo como debe ser ¿Pero fue nuestra comida un éxito? Pues no del todo y la razón fueron los detalles. Nada más llegar nos sentaron en una mesa junto a un aire acondicionado con la maquinaria rota. El resultado era un chirrido intenso y constante que podría poner los pelos de punta al mas templado. Más incomprensible era que, por la fecha que era, tenían muchas más mesas libres en zonas más tranquilas y no aprovecharon para ofrecérnoslas. En general la sensación era de desidia en el servicio. Los entrantes tampoco estuvieron a la altura, y su guacamole estaba incomprensiblemente lleno de sal. Finalmente, la tarta de queso estaba realmente buena, y nos pareció un detalle poder coger esa opción de “minitarta” por un precio reducido, que ya no están los cuerpos para tanta azúcar. Conclusión: sin duda una de las mejores hamburgueserías de Madrid, pero por favor: cuídenme los detalles.
