Las rosquillas de mi madre son una receta que no puede faltar este día y las sigue haciendo hoy, a sus 92 años. Son los platos que nos llevan a lugares únicos y tiempos remotos.  Recuerdo que cuando era pequeña me subia a la banqueta de la cocina, para poder llegar a la encimera, y seguía paso a paso la receta. Recuerdo esperar pacientemente a poder rebañar la masa cruda del bol, que me parecía lo más rico que se podía comer, incluso más que las rosquillas terminadas.

La receta

Ingredientes para 8 personas

200g de harina
4 cucharadas de azúcar
4 cucharadas de aceite frito con cáscara de limón
2 Huevos
La ralladura de un limón
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharada de agua
1 cucharadita de levadura Royal

Aceite para freir y azucar glass para decorar

  • Se baten los huevos con el azúcar
  • Se añade la ralladura de limón, el zumo, el agua y aceite frito (sin la cáscara del limón)
  • Se bate todo hasta que quede espumoso
  • Se añade la harina con una cucharita de levadura Royal y se amasa la mezcla
  • Se hacen unas tiras redondas se unos 8cm de largo que unimos por los extremos y hacemos unos cortes en la parte de arriba con un cuchillo
  • Se frien en aceite muy caliente y adornan con azucar glass