¿Puede ir uno a Japón en busca de Hamburguesas? Se diría algo extraño esperar de una cocina tan delicada un plato tan asociado a el fastfood occidental, pero si algo ha caracterizado a los japoneses es esa capacidad para asimilar influencias extrañas y transformarlas en algo propio. En más de una ocasión en nuestro viaje preferimos tomar una hamburguesa por rapidez, oportunidad y una cierta necesidad de comer algo más familiar. Una de las curiosidades más interesantes fueron las hamburguesas de pescado que tienen una de las cadenas más importantes de Tokio, Fresshness Burguer, que junto a sus patatas fritas llenas de pimienta son una interesante fusión del fastfood. Más sorprendente fue nuestro descubrimiento en pleno centro de Osaka. Por pura coincidencia entramos en The Butcher, el típico restaurante japonés: pequeño, accesible por una tortuosa escalera de caracol y con una calidad sorprendente. Las hamburguesas llevan un picado de la carne, de excelente calidad, que recuerda al origen de este plato. No estoy hablando de la masa hecha papilla que nos sirven en muchos sitios, si no del origen de la hamburguesa, una carne picada a cuchillo o hacha en trozos que permiten saborear realmente el producto. Bien de punto, la sirven con un pan crujiente, unas buenas patatas fritas y una ensalada para refrescar. Sorprende la utilización de verduras como el brécol en la hamburguesa, así como los pepinillos con un clásico encurtido japonés. El resultado final es sabroso e interesante. Y contestando a la pregunta del principio: Sí, tiene sentido venir a Japón y comer una hamburguesa.