El canal:
El norte de la Isla de la Palma es de un verdor realmente apabullante y nadie debería perderse la visita a sus bosques. Medio perdidos, precisamente de recorrerlos, paramos en el restaurante El Canal, que nos dio más que bien de comer. Resaltar su estupenda predisposición, que les hizo montar una mesa donde no la había solo por evitarnos un rato de espera. Para empezar, nos pusieron un pan con aceite y sal negra del Himalaya, que produce ese estupendo regusto a huevo frito que me dicen se está poniendo de moda entre los veganos ¿?. Seguimos con un entrante clásico de queso asado sobre miel y tres mojos. Este es de esos platos que no deben dejar de pedir si visitan La Palma. El queso de cabra fresco es realmente suave y se contrapone perfectamente con el dulzor de la miel palmera y los mojos. Seguimos con el revuelto de morcilla canaria, que para quien no la ha probado es todo un impacto. Es cierto que muchas morcillas tienen un punto dulce, pero en este caso es radical, mezclándose además con sabores tan inesperados como el de canela. Si le gustan las emociones fuertes no la olvide. De principales encargamos un clásico bichillo ibérico y unos tacos de rabil sobre boniato. Ambos bien, pero sin excesos, con demasiada cocción para nuestro gusto. Para postre no pude evitar pedir el tocino de cielo casero, que debía llevar como unos veinte años sin probar: la pesadilla de un cardiólogo, pero estupendo.
Detalles
El norte de La Palma está lleno de laurisilva, también llamada selva templada o bosque laurifolio, es un tipo de bosque nuboso subtropical o selva alta, propio de lugares húmedos, cálidos y con leves heladas o sin ellas, con grandes árboles, bejucos y lianas cuyas hojas se parecen a las del laurel de lo cual toma el nombre. La laurisilva se da en regiones de clima templado húmedo y cálido.
Es un ecosistema vegetal de gran exuberancia caracterizado por una elevada humedad, sin cambios estacionales y con una gran diversidad de especies botánicas y zoológicas. Se caracteriza por tener árboles de hoja perenne y madera dura, que alcanzan hasta 40 metros en altura.
Hay una humedad constante porque las nubes se quedan atrapadas en estos bosques de gran altura, así que el paisaje es muy verde y misterioso.
Este restaurante, en el norte de la isla, nos parece genial y reconfortante como parada, después de una buena excursión.