Que nadie puede hacerse rico (no digo sacar dinero, digo rico) con un restaurante, es algo que todos sabemos. Que la industria alimentaria Si te permite hacerte rico, también lo sabemos. Y finalmente, que a los cocineros les gustaría ser ricos (o por lo menos no pobres) también los sabemos. Siendo las tres proposiciones ciertas, el resultado lo llevamos viendo hace años. Ya en Ratatouille, aquella joya del cine de animación de Pixar, el prestigioso chef Auguste Gusteau se alía con una marca de “aperitivos fritos” para poder acceder a los excelentes beneficios que generan. Poco parece importarle que es precisamente su prestigio lo que está comprando esta empresa, y el efecto que esto puede tener. Porque no nos equivoquemos, el chef y la marca se convierten entonces en vasos comunicantes y todo el “brillo” que compra la empresa, es devuelto al chef en forma de banalización de su imagen. Nadie da nada gratis. En este proceso entro hace años, y sin ningún complejo, el que fue desde el principio el enfant terrible y nuevo genio de la cocina española: Daviz Muñoz. Donuts, Magnum, Häagen-Dazs, el Club Gourmet de El Corte Inglés y Burguer King en estos últimos meses, han explotado su imagen de manera exhaustiva y conseguidos réditos de manera evidente. ¿Qué ha conseguido Daviz Muñoz a cambio? Pues entiendo que dinero y por ahora no descapitalizar excesivamente su imagen. Este casi milagro viene por cómo se proyecta él en los medios y las redes. Lejos de dar una sensación esnob, Daviz transmite una imagen de rechazo a las élites de la gastronomía, poniéndose en perfecta posición para aliarse con marcas de consumo masivo. La juventud, el peinado, la forma de hablar, los platos que comparte en redes y hasta su mujer, son toda una declaración de intenciones. Por ahora, cual David bíblico contra Goliat, parece salir intacto, y esa publicidad de Burguer King declarándole el “King Daviz”, que habrían hundido el prestigio de cualquier otro, a él le deja inmune. La pregunta es cuanto está aportando realmente a la cocina con sus productos…pero será para otro día.