En nuestra reciente visita a Alemania hemos disfrutado de una estupenda y tradicional cocina. Entre muchos platos destaco el rinderrroulade, literalmente rollo de carne, así son los alemanes… Es una receta sencilla, muy vistosa (se suele preparar para festivos) y que resume perfectamente la culinaria germánica. Se tratan de unos filetes, rellenos, enrollados y guisados en una salsa. El acompañamiento pueden ser unas patatas, col, o como en nuestro caso, un estupendo spaetzle, esa clásica pasta del sur de Alemania. El proceso de cocinado para 4 personas seria como sigue: sobre unos filetes muy finos de pierna de ternera, tapa o babilla (700 gr de pesar en total) salpimentamos, untamos mostaza, extendemos una loncha de beicon o speck, y terminamos de rellenar con puerro y pepinillos finamente cortados. Se pliegan por los laterales y se enrollan (algo parecido a un burrito), sujetándose con unos pinchos o palillos. Se fríen con manteca de cerdo o girasol, haciéndose por tandas con cuidado de que no se cueza. Se sofríe una cebolla picada groseramente sobre la grasa que queda. Se añade tomate concentrado y si ha sobrado relleno de los filetes también. Se añade un chorro largo de vino tinto, laurel, un chorro de líquido de los pepinillos, agua o caldo. Deben quedar justo cubiertos. Cuando hierva se coloca la carne sin que los rollos se queden apilados y se tapa para que se haga suavemente durante unas dos horas. La salsa quedará muy liquida y podemos añadir un poco de harina de maíz disuelta en agua fría para darle más consistencia. El resultado es fantástico pues la acidez de los pepinillos que llena la carne, enlaza perfectamente con el sabor denso de la salsa a base de vino tinto. Si lo dejamos descansar un día antes de tomarlo estará aún más sabroso. guten Appetit!
¡Y muchas gracias a Uli por esta deliciosa receta!