Hoy por hoy el viajar viene casi indefectiblemente unido a la experiencia gastronómica. Aguerridos gourmets que se enfrentan a cualquier especialidad local por rechazo que nos provoque, buscadores de amables adaptaciones internacionales a nuestros frágiles paladares o sencillos kamikazes del tragar dispuestos a conseguir reembolsarse por cualquier medio su inversión en el buffet libre….seguro que usted mismo se ha encontrado con cualquiera de estos prototipos en el salón de desayunos del hotel.
Pero esta ilusión por “empaparnos de lo viajado” y de que la comida sea una más de las experiencias del viaje no siempre se cumple. Hay geografías que son muchos más ricas e interesantes, y hay lugares que, por políticamente incorrecto que resulte decirlo, ofrecen sencillamente menos. Fuerteventura ofrece uno de los paisajes más fascinantes que puede uno encontrar en “Europa” (entrecomillo Europa por razones obvias) y con la gran ventaja de que quitando dos o tres resorts turísticos sigue mostrando su cara más salvaje. Además, su estética tan dura nos va a permitir seguir disfrutándola durante unos cuantos años sin verla convertida en una disneylandia más. Mi recomendación es total.
Dicho esto, Fuerteventura no ofrece una gastronomía muy sofisticada. Se pueden encontrar magníficos quesos, las muy interesantes variantes de cocinado de la cabra o platos con el clásico gofio, pero en general no encontramos una ejecución demasiado sofisticada (ni falta que hace, podríamos añadir) En este ambiente de pronto se encuentra uno con una auténtica sorpresa. Un centro turístico como Corralejo (mal comienzo) un centro comercial (seguimos mal) y dentro de él una clásica pizzería (aún peor): Todos los elementos para un desastre culinario. Pues en absoluto. Pizzería da Fabio es un lugar para tomar una pasta sencilla y a buen precio, pero de muy alta calidad y con un acabado culinario que realmente no es muy fácil de encontrar. La masa de sus pizzas es perfectamente tierna y sabrosa, las pastas artesanales que realizan frente a ti se encuentran con el punto de cocción justo y las salsas ligadas a la perfección. Tomamos unos carbonara con un guanciale perfectamente crujiente y un dente justo en el spaghetti, hasta el punto de pimienta nos sorprendió pues no es fácil de ver fuera de Italia. La pasta rellena de tomate y albahaca también realmente conseguida. De las pizzas resaltar la magnífica masa y los suaves ingredientes, tan alejados del dominospizzismo que nos invade. Y todo esto en un ambiente desenfadado y sin la menor pretenciosidad. Que difícil de encontrar y que sorpresa tan estupenda nos dimos.
Detalles
El tiramissú también está increible. Todos los postres son caseros.
Seguro que al nivel de está cocina ayuda el hecho de la cantidad de italianos asentados en esta isla desde hace muchos años.
Calle hibisco s/n C.C.El Campanario local 78,
Corralejo, Fuerteventura
Spain, 35660