Granada es un sitio donde se come bien, muy bien diría yo, pero que sin embargo se ha ido ganando una fama un tanto dudosa en este terreno. Parece que cada vez que se habla de esta ciudad y sus cualidades culinarios lo único que se destaca es lo barato que se come y en que cantidad. “sólo con que te pidas una caña ya puedes comer”.

Ciertamente que las cantidades de algunos de estos acompañamientos son importantes, y que con pedir unas consumiciones se puede comer, otra cosa es la calidad de estas tapas. Mi sensación es que hay una tendencia a rebajar el nivel a cambio de mantener el gramaje, haciendo las delicias del turista medio, hambriento de cerveza y calorías, así como de los comensales sin un listón demasiado alto. Que nadie se ofenda, pero llenarse mucho no es comer bien.

No obstante insisto: En Granada se cocina muy bien, y un sitio que lo prueba es La Casa de Comidas Manigua.

Llegamos allí casi por coincidencia el año pasado y hace un mes que tuvimos que repetir. Local pequeño con un ambiente bastante familiar y una decoración casera basada en el buen gusto y alejada completamente de las ínfulas casi góticas que tenemos que sufrir a menudo. El servicio igualmente cercano y agradable. En el momento de sentarse se sirven pan, aceitunas, aceite y mantequilla anunciando lo que será una constante: sencillez y calidad.

Esta utilización de la brasa también la probamos en los aguacates de los guajares, que acompañaban con total inteligencia a unas gambas de Huelva que bañadas en la salsa de sus propias cabezas. Sabor intenso, a verdadera gamba, a mar, olvidémonos de esa cosa congelada que nos venden en el supermercado. El tratamiento del pescado y la brasa también se muestra en un excelente atún rojo. Que difícil conseguir que este pescado azul quede casi crujiente por fuera y tan meloso por dentro.

La comida la cerramos con un tiramisú de limón, que aunque correcto no consiguió sorprendernos al nivel del resto… y es que el nivel estaba muy alto.

Los precios son realmente contenidos, y para una cena que en muchos momentos tuvo un nivel muy alto, apenas fueron 50 € por persona.

Si pasa por Granada no se lo pierda.

Detalles

Cuando entras en Manigua no hay nada especial que destaque. Es un sitio acogedor con muebles sencillos de madera y con una iluminación agradable.

Está lleno de detalles bonitos. Las granadas de cerámica que están dispuestas como centro de mesa, la alacena de los años 60 de formica con libros de cocina, botellas de vidrio antiguas. Lámparas de diseño de los años 50.

Cada plato se sirve en una vajilla distinta, seguro que pensada para cada ocasión pero desde luego elegidas con muy buen gusto.

https://maniguacasadecomidas.com/